"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

lunes, 31 de marzo de 2014

Es suficiente sólo pan y cebolla ? - amor y enamoramiento

"En cuanto nos enamoramos, somos criaturas desprovistas de sentido común."
Honoré de Balzac - novelista francés (1799-1850

Cuando nos enamoramos el organismo desencadena una respuesta neurofisiológica, liberación en el cerebro la feniletilamina, sustancia que tiene las propiedades de la anfetamina y causa “síntomas de amor” como insomnio, inapetencia, y suprime la sensación de fatiga. El enamorado, bajo éstos efectos, se siente valiente e inmune a los peligros, resistente a la fatiga, la sed y el hambre y siente que si está con el ser amado no necesita más para vivir y ser feliz.


Pero en la medida que pasa el tiempo y la pareja se va consolidando aparecerán -si el vínculo no es sólido- los primeros resquebrajamientos en la relación, y aquello de que estaremos juntos en las buenas y en las malas, ya no será tal.

Las circunstancias del cotidiano vivir nos llevaran por altibajos en los cuales no todo será fácil, y van a aparecer dificultades económicas, rasgos del carácter que no notamos al comienzo, diferencias en la forma de enfocar temas, que si no estamos dispuestos a ceder y reacomodar por ambas partes se convertirán en un escollo insalvable para continuar juntos.

Ello dependerá de cuan madura sea la relación, cuales sean nuestras metas de crecimiento personal, y cual fue el punto de partida -cuando tomamos la decisión de estar juntos- si lo hicimos porque no queríamos seguir en la casa paterna, o por mejorar la situación económica, o deslumbrados por la belleza física, seguramente no lograremos encontrar puntos de sostén que mantengan la relación en el tiempo.

Mucho ha escrito la literatura sobre encuentros y desencuentros, amores y desamores, pero tengamos claro que la frase proverbial (y no un refrán como muchos creen) "contigo pan y cebolla" no es más que eso: una frase.

Cuando el amor de la primera etapa crece, está dispuesto a enfrentar y aceptar lo que llegue que de eso se trata cuando se vive en pareja. Afrontar situaciones, pérdida de empleos, enfermedades, la llegada de los hijos, postergar proyectos personales en beneficio de la construcción de una vida en común, y nos hará felices lo que nos pasa a nosotros pero tambien y más aún lo que le sucede al otro.

Cuando decidamos nuestra vida hagámoslo siendo conscientes de que "contigo pan y cebolla" no es suficiente, si los cimientos de la relación  han sido equivocados, porque cuando se quiere a alguien de verdad, se está dispuesto a vivir con él no sólo en época de felicidad sino también en momentos de crisis y tristeza.

imagen: http://leonardosepulvedafaundez.blogspot.com.uy/

."Los que se enamoran muy aprisa, suelen aborrecerse muy despacio."
Fray Antonio de Guevara - escritor y eclesiástico español (1481-1545)

domingo, 30 de marzo de 2014

Desde Casandra a través de la Historia - Fany Puyesky y su Diario de una Diosa

“Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad” 
Indira Gandhi - política y estadista india (1917-1984)

La periodista y escritora uruguaya Fany Puyesky falleció inesperadamente en Montevideo el 15 de octubre de 2010. Se destacó por su  larga militancia en el feminismo, que proyectó tanto en la literatura y el teatro como en el derecho. Se ocupó de la divulgación y defensa de los derechos de la mujer, también extendió su ámbito de acción hacia otros asuntos abarcando política, jurisprudencia y derecho.

Este era su pensamiento: "...  El feminismo es la corriente más importante de pensamiento del siglo XX y XXI y la que más aportes ha hecho a todas las disciplinas humanas. No abarca a una minoría sino a la mitad de la humanidad y  desea la igualdad para toda la humanidad ( o sea que abarca a los hombres) y cruza su desigualdad de género con otras desigualdades de raza, etnia, color, religión ,identidad sexual, clase social, lugar de origen, etc."  

Entre sus libros más conocidos están  “La mujer y su dinero”,  “Manual para divorciadas” y ”Diario de una Diosa”.

En éste último desfilan diferentes heroínas desde Casandra transformándose a través de los tiempos, de las Diosas del Olimpo hasta las Olimpias de la Revolución Francesa. incrédulas del disparatado mundo pensado, dirigido y creado por el sexo masculino,
 
El humor, a veces negro, es el vehículo que aceita las aproximaciones a los “grandes” de la historia.
Desde el Vaticano y Colón hasta el Fondo Monetario, enfatizando en las desiguales relaciones de poder entre los géneros, con rigurosidad històrica.

Un libro interesante de agradable lectura, para leer, disfrutar y recomendar

"El papel de las mujeres en el progreso de la civilización es mucho mayor que el del hombre, por lo que debería desarrollar sus aptitudes de acuerdo con su naturaleza, sin imitar a los hombres."
Alexis Carrell - Biólogo, médico, investigador científico y escritor francés - Nobel de Fisiología 1912 (1873-1944)
El papel de las mujeres en el progreso de la civilización es mucho mayor que el del hombre, por lo que debería desarrollar sus aptitudes de acuerdo con su naturaleza, sin imitar a los hombres. // Alexis Carrel - See more at: http://www.quelespasa.com/muro/#sthash.hl4jbUaa.dpuf

sábado, 29 de marzo de 2014

Embajador de la canción francesa - Charles Aznavour y una vida cantando

"Un pájaro no canta porque tenga una respuesta. Canta porque tiene una canción."
Proverbio chino

De larga trayectoria, Charles Aznavour es una de las voces más conocidas internacionalmente y más representativas de Francia. A sus casi 90 años de edad dice amar la vida y sentir que no es un hombre viejo “la vejez corre detrás de mi. Ella me atrapa, difícilmente, pero me atrapa, ... Yo me niego a envejecer; yo no soy viejo, yo cumplo años; no es la misma cosa, una es un cálculo; otra, un estado”.

Quería ser actor, sin embargo, el éxito le llegó como menos lo pensaba: como compositor y cantante. En 1946 compone canciones y acompaña en sus giras a Edith  Piaf y en 1952 comienza su carrera como cantante incursionando tambien en cine.

Muchos son los temas, pero tal vez el más emblemático sea "La Bohème" compuesta junto a Jacques Plante, y grabado por primera vez en 1966.


Hijo de inmigrantes armenios nacido en París, es padre de cuatro hijos y abuelos de dos nietos está casado desde 1968 con la sueca Ulla Thorsell.

Luchador incansable por su patria de origen creó la Fundación “Aznavour por Armenia” que se encarga de colectar y enviar vestimentas y alimentos a la población, siendo nombrado Embajador permanente de Armenia por la Unesco.

Un cantante entrañable, voz y sentimiento, maravilloso intérprete, y hermoso tema, nostalgiosa pintura de una época.

Chapeau, ... y a disfrutar !!!

video: blue28blue  

" ... La canción es urgente,/ va y viene compartiendo/ con dolor y alegría/ el mismísimo sueño ..." - La canción es urgente (fragmento)
Mercedes Sosa -  cantante de música folclórica argentina (1935-2009) 

viernes, 28 de marzo de 2014

Lampworking técnica y arte - Robert Micklesen y su extraordinario y frágil trabajo

"El que en un arte ha llegado a maestro puede prescindir de las reglas."
Arturo Graf -
poeta italiano de ascendencia alemana (1848-1913)

Robert Micklesen nacido en 1951 en Virginia y criado en Honolulu, Hawaii, que vive en Florida en Estados Unidos, es uno de los artistas de renombre que trabajan vidrio en el mundo. Sus creaciones son reconocidas como revolucionarias en el mundo del arte del vidrio, ya que fue una figura esencial en despertar conciencia sobre la técnica y el trabajo de Lampworking como una forma de arte.

Desde 1989 comercializa. con mucho éxito su obra y es parte de prestigiosas colecciones, como la de la Galería Renwick del American Crafts en la Institución Smithsonian, el Museo del Vidrio de Corning, el Museo de Arte de Toledo, el Museo de Arte Carnegie, el Museo Casa de la Moneda, el Museo de Arte de Cleveland, el Museo de la American Glass en Wheaton Village, y la Escuela de Vidrio Pilchuck..









Son esculturas de vidrio de gran detalle, colores brillantes, con texturas que invitan al espectador a tocarlas, frágiles y de sorprendente belleza, que hacen la diferencia de su autor con otros artistas que realizan trabajos similares.

Siempre es buen momento para recrear la vista y disfrutarlas.

Las imágenes son sólo a modo de muestra, su uso está restringido. 
En http://www.mickelsenstudios.com, sitio oficial del artista, se puede ver la galería de trabajos realizados desde 1996 a la fecha.

"El mundo está lleno de pequeñas alegrías; el arte consiste en saber distinguirlas."
Li Tai-po  -
poeta chino (701-762)

jueves, 27 de marzo de 2014

Casa u hogar - conocemos las diferencias ?

"El hombre feliz es aquel que siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar."
Johann Wolfgang Goethe -
poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán (1749-1832)


Generalmente no damos demasiada importancia a la palabra utilizada y no reparamos en la diferencia entre casa y hogar. Alguna vez te haz preguntado cómo te sientes cuando estás en tu casa-hogar, te gusta estar ahí?

casa, podemos decir que es una edificación construida para ser habitada, un lugar físico que se encuentra compuesta básicamente de cuartos, sala de estar, dormitorios, cuarto de baño, cocina, comedor, escaleras, pasillos, garaje, terrazas, patio, etc., destinado a brindar protección frente a cambios del clima, y comodidad para desplegar las básicas actividades para vivir.

hogar, no es un lugar físico, sino un concepto, es el lugar donde una persona vive, donde siente seguridad, calma y paz. El término proviene del lugar en el que se reunía, en el pasado, la familia a encender el fuego para calentarse y alimentarse.

Es una casa complementada con los sentimientos, es más que la suma de los elementos materiales que lo componen, es un almacén de recuerdos, es el lugar al que sientes que perteneces, el espacio donde te sientes feliz, es ese lugar donde encuentras privacidad cuando la necesitas, donde quieres volver siempre, sobre todo en los momentos duros, para sentirte protegido, es donde se desarrolla el entramado de la vida.. 

Es el sitio que nos permite compartir momentos, donde estar juntos, realizar juegos, celebrar fechas especiales, reunirnos alrededor de una mesa, conversar con familia o amigos. Es ese espacio donde hay olor a café, recetas, comidas, abrazos, besos, lágrimas y carcajadas, calidez de vínculos, música, estudio, labores, sueños, ollas, mantas, libros, hijos, hermanos, abuelos, perros, gatos, y sobre todo refugio, protección y amor.

Debemos crear un ambiente armónico en el que podamos desarrollarnos, crecer y formar una familia que nos acompañe, que tenga raíces, donde planear tus metas y compartir tu destino, está en cada uno de nosotros convertir la casa en un hogar acogedor, cómodo y tranquilo en que podamos ser y desarrollar una vida feliz. .
 
"Cuando hallas tu hogar, simplemente sabes, porque sientes que estás en el lugar indicado".

"El lugar que amamos, ése es nuestro hogar; un hogar que nuestros pies pueden abandonar, pero no nuestros corazones."
Oliver Wendell Holmes - médico, escritor y poeta estadounidense 1809-1894)

miércoles, 26 de marzo de 2014

Abuel@s - ... y niet@s a su cuidado

“Los nietos son la recompensa de Dios por llegar a viejo” 
Mary H. Waldrip - enfermera inglesa contemporánea .

Que l@s abuel@s actuales están lejos de ser amoros@s viejit@s que cocinan rico o tejen abrigado no se puede negar, pero también es cierto que ser abuel@ es recuperar la alegría de vivir, tratando de lograr una convivencia divertida y enriquecedora.

El sistema ha cambiado y las necesidades también. Estar con los nietos es una maravilla, ver como empiezan a comer, andar, hablar y todos sus progresos es una etapa que cualquier padre y abuelo querría vivir. Sin embargo también hay que verlos llorar, quejarse, romper, desobedecer y todas esas cosas que los niños hacen, que suelen cansar a los adultos, por la propia edad que tienen.

El perfil de abuel@ ha ido cambiando a pasos acelerados. Hoy, generalmente son personas relativamente jóvenes en relación a la larga expectativa de vida por delante, con proyectos y actividades propios. Tanto es así que la imagen de la función de l@s abuel@s de antes hoy pasó a ser patrimonio de l@s bisabuel@s.

L@s abuel@s pueden narrar historias, leer cuentos. o disfrutar su tiempo junt@s con diversos juegos. Tomarse el tiempo para planearlo creará vínculos y recuerdos para toda la vida. La presencia de los abuelos en la vida de sus nietos es un recurso muy valioso en todos los sentidos. Ellos pueden contribuir con su experiencia, sus cuidados, y consejos.

Cada persona vive su abuelazgo a su manera; según el momento que transita. Hoy l@s abuel@s tienen vida más allá de sus nietos y de sus hijos. Las expectativas del rol de l@s abuel@s de una generación atrás implicaban dedicación, tiempo, disponibilidad y -en muchos casos-, incondicionalidad con relación a las necesidades de sus hijos en todo lo vinculado con la atención y el cuidado de los nietos. 

Hay que encontrar el equilibrio para colaborar sin sustituir, disfrutando de esa privilegiada relación de amor incondicional y enriquecimiento mutuo.
 “Convertirse en abuela es maravilloso. En un momento eres madre, luego sabia y de pronto prehistórica”
Pam Brown - Escritora australiana de poesía y prosa.contemporáne
 

lunes, 24 de marzo de 2014

Desechando lo desechable - adaptarse a los cambios

"El cambio es la única cosa en el universo que no cambia."
Wilhem, Helmuth -  sinólogo alemán (1905-1990)

Hace un tiempo que circula en Internet la crónica “Desechando lo desechable” y lo hace con varios títulos: "Me caí del mundo y no se como se entra", “Porque todavía no me compré un DVD”, “Para los de más de 40”, “Ahora todo se tira”, etc, etc con la firma del reconocido escritor Eduardo Galeano.

La versión original (sin las modificaciones que sufrió) es del escritor uruguayo Marciano Durán y se encuentra en la página http://marcianoduran.com.uy, (junto a un par de centenares de crónicas más) sin otro requisito para utilizarlas que no modificar su contenido. Está incluido además en el libro "La cuestión es darse maña y otras incoherencias"

Eduardo Galeano supo de esta situación y dijo: ”…por ejemplo, mi trabajo más felicitado, más laureado, que circula por Internet no me pertenece, y desconozco quién me lo atribuyó. Se llama “Por qué no tengo DVD”, que además no es cierto, porque yo sí tengo DVD. Pero ocurren cosas desopilantes cuando algunas personas maravilladas con ese texto me felicitan. A mi me da cierto pudor incluso defraudarlas y suelo no aclararles nada (risas)…”
Esto está publicado en “Crónicas Marcianas”

Marciano Durán nació en 1956 en Florida, reside desde 1979 en Punta del Este, es periodista vinculado a radios y medios escritos de Florida, Maldonado, San Carlos, Piriápolis, Punta del Este, Montevideo, Colonia, Lavalleja, Rocha y Paysandú.
Autor de: “Crónicas marcianas y uruguayas”, “Marcianitis Crónica”. “El Código Blanes, la otra historia del Uruguay” y otros.

Hechas las aclaraciones les dejo el imperdible texto que -aunque extenso- vale la pena leer.

Desechando lo desechable

"Seguro que el destino se ha confabulado para complicarme la vida.
No consigo acomodar el cuerpo a los nuevos tiempos.
O por decirlo mejor: no consigo acomodar el cuerpo al “use y tire” ni al “compre y compre” ni al “desechable”.

Ya sé, tendría que ir a terapia o pedirle a algún siquiatra que me medicara.
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.

No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los gurises.
Los colgábamos en la cuerda junto a los chiripás; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos… nuestros nenes… apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales).
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!

Sí, ya sé… a nuestra generación siempre le costó tirar.
¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables!
Y así anduvimos por las calles uruguayas guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores. Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.

¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor.

Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra.
Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto.
Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plast de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de alpaca en el cajón de los cubiertos!

Es que vengo de un tiempo en que las cosas se compraban para toda la vida.
¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.

¡Nos están jodiendo!
¡¡Yo los descubrí… lo hacen adrede!!
Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo.
Nada se repara.
¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommier casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?

Todo se tira, todo se deshecha y mientras tanto producimos más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de 50 años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon.
La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.

De por ahí vengo yo.
Y no es que haya sido mejor.
Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el “guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo” pasarse al “compre y tire que ya se viene el modelo nuevo”.
Mi cabeza no resiste tanto.

Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya sí era un nombre como para cambiarlo)

Me educaron para guardar todo.
¡Toooodo!
Lo que servía y lo que no.
Porque algún día las cosas podían volver a servir.
Le dábamos crédito a todo.

Sí… ya sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no.
Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas de jardinera… y no sé cómo no guardamos la primera caquita.

¡¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?!
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones.
El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto.
Y guardábamos.
¡¡Cómo guardábamos!!
¡¡Tooooodo lo guardábamos!!

¡Guardábamos las chapitas de los refrescos!
¡¿Cómo para qué?!
Hacíamos limpia calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares.
Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela.
¡Tooodo guardábamos!

Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus.
Y las cosas que nunca usaríamos.
Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón.
Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar.
Cañitos de plástico sin la tinta, cañitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón.
Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor. Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraran al terminar su ciclo, los uruguayos inventábamos la recarga de los encendedores descartables.
Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de paté o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.
¡Y las pilas!
Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa.
Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más.
No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.

Las cosas no eran desechables… eran guardables.

¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al cuadril!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque del Banco de Seguros para hacer cuadros, y los cuentagotas de los remedios por si algún remedio no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos.
Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posamates, y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de cartas se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía “éste es un 4 de bastos”.

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa y el ganchito de metal.
Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos.
Así como hoy las nuevas generaciones deciden “matarlos” apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada… ni a Walt Disney.
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron “Tómese el helado y después tire la copita”, nosotros dijimos que sí, pero… ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas.
Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos.
Las primeras botellas de plástico -las de suero y las de Agua Jane- se transformaron en adornos de dudosa belleza.
Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos.
No lo voy a hacer.
Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero.
No lo voy a hacer.
No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.
No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares.
De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo que la bruja me gane de mano … y sea yo el entregado.
Y yo…no me entrego."

Marciano Durán - 2006 Enero
... ...

Una excelente crónica de lo cotidiano, la vida, los avances de la tecnología y costumbres en las últimas décadas, y la dificultad para adaptarse de los mayores.

Si lo disfrutaron como yo, valió la pena el tiempo empleado en leerlo y tambien la aclaración sobre su autor, para poner las cosas en su justo lugar..

"¿Cambiar? Cuando lo hagan las colinas."
Emily Dickinson - poeta estadounidense (1830-1886)

domingo, 23 de marzo de 2014

La crítica – actitud, comportamiento ?

"La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa, sino a la libertad de juicio." 
Fernando Sánchez Dragó  - escritor, ensayista, novelista y crítico literario español contemporáneo.

Criticar es escoger, elegir, por lo tanto juzgar, juzgar el valor de una cosa en función de una regla o un ideal. Tiene, entonces, un significado cercano a "criterio", "discernimiento" o "análisis". Éste sería el sentido de la auténtica actitud crítica. Y así afirmamos que posee una positiva capacidad crítica, buen criterio, la persona que no se somete a los tópicos dominantes, que se atreve a pensar por cuenta propia, midiendo su conocimiento por la realidad, en una continua búsqueda de la verdad de las cosas.
Sin embargo, debemos distinguir entre la actitud crítica a ultranza, y la actitud crítica auténtica.


De forma natural el hombre busca comunicar sus pensamientos e influir en los demás con su opinión para lograr cambios en la familia, la sociedad, el trabajo o la escuela, sin embargo, corremos el riesgo de sujetarnos únicamente a nuestro particular punto de vista e intereses, sin atender a las necesidades o propósitos que tienen los demás.

Es común que la tendencia a criticar se propague sin ton ni son y convertimos la crítica en una forma de oposición y rechazo a todo aquello que no nos gusta; observando y manifestando inconformidad casi de todo: el modo de vestir, las opiniones, la forma de gobierno, las normas de vialidad, la conducta del vecino... y muy pocas veces, hacemos un juicio objetivo y valiente sobre nuestro comportamiento y modo de pensar.

Cualquier crítica debe hacerse responsablemente a través de la reflexión, considerando las implicaciones que podría tener;  el respeto que debemos a las personas, procurando actuar con justicia e interés por el prójimo, examínándonos con el mismo rigor y criterio, no sea que tengamos los mismos defectos que criticamos en otros.

Asimismo cuando nos toque recibir la crítica no lo veamos como algo personal, sino como la opinión sobre algo que hemos hecho, que no satisface las expectativas de quien lo está valorando. Con la crítica constructiva  en una actitud madura y responsable se desarrollan otros valores: lealtad, honestidad, sencillez, respeto, amistad, ... por el contrario quien sólo critica permaneciendo en una actitud de disconformidad frente a cualquier situación sólo logra una estado de disgusto permanente que influye negativamente en su forma de ser y carácter, impidiéndole disfrutar de una vida sana, completa y feliz.
  
"La crítica convertida en sistema es la negación del conocimiento y de la verdadera estimación de las cosas." 
Henry F. Amiel -  escritor suizo (1821-1881)
 

sábado, 22 de marzo de 2014

Padres e hijos - cuando los roles se invierten

"En la juventud aprendemos, en la vejez entendemos."
Marie von Ebner Eschenbach - escritora austríaca (1830-1916)

La vejez es una etapa vital que comienza entre los 60/ 65 años, y que finaliza con la muerte biológica, en la que ocurren cambios permanentes, con pérdidas, crisis y reorganización de un proyecto. Los cambios en la vejez son biológicos,  psíquicos  y sociales. Pero el impacto en cada persona depende de su personalidad y de las condiciones en que vive: hay personas que toman la vejez como una oportunidad para desarrollar proyectos postergados o disfrutar de la vida con otros tiempos; y otras que la viven con un estado de disminución de la autoestima, inseguridad y extrañeza de la identidad.

Comparto aquí un texto muy movilizador para reflexionar y tomar conciencia.

Todo hijo es padre de la muerte de su padre

"Hay una ruptura en la historia de la familia, donde las edades se acumulan y se superponen y el orden natural no tiene sentido: es cuando el hijo se convierte en el padre de su padre.

Es cuando el padre se hace mayor y comienza a trotar como si estuviera dentro de la niebla. Lento, lento, impreciso.

Es cuando uno de los padres que te tomó con fuerza de la mano cuando eras pequeño ya no quiere estar solo. Es cuando el padre, una vez firme e insuperable, se debilita y toma aliento dos veces antes de levantarse de su lugar.

Es cuando el padre, que en otro tiempo había mandado y ordenado, hoy solo suspira, solo gime, y busca dónde está la puerta y la ventana - todo corredor ahora está lejos.

Es cuando uno de los padres antes dispuesto y trabajador fracasa en ponerse su propia ropa y no recuerda sus medicamentos.

Y nosotros, como hijos, no haremos otra cosa sino aceptar que somos responsables de esa vida. Aquella vida que nos engendró depende de nuestra vida para morir en paz.

Todo hijo es el padre de la muerte de su padre.

Tal vez la vejez del padre y de la madre es curiosamente el último embarazo. Nuestra última enseñanza. Una oportunidad para devolver los cuidados y el amor que nos han dado por décadas.

Y así como adaptamos nuestra casa para cuidar de nuestros bebés, bloqueando tomas de luz y poniendo corralitos, ahora vamos a cambiar la distribución de los muebles para nuestros padres.

La primera transformación ocurre en el cuarto de baño.

Seremos los padres de nuestros padres los que ahora pondremos una barra en la regadera.

La barra es emblemática. La barra es simbólica. La barra es inaugurar el “destemplamiento de las aguas”.

Porque la ducha, simple y refrescante, ahora es una tempestad para los viejos pies de nuestros protectores. No podemos dejarlos ningún momento.

La casa de quien cuida de sus padres tendrá abrazaderas por las paredes. Y nuestros brazos se extenderán en forma de barandillas .

Envejecer es caminar sosteniéndose de los objetos, envejecer es incluso subir escaleras sin escalones.

Seremos extraños en nuestra propia casa. Observaremos cada detalle con miedo y desconocimiento, con duda y preocupación. Seremos arquitectos, diseñadores, ingenieros frustrados. ¿Cómo no previmos que nuestros padres se enfermarían y necesitarían de nosotros?

Nos lamentaremos de los sofás, las estatuas y la escalera de caracol. Lamentaremos todos los obstáculos y la alfombra.

Feliz el hijo que es el padre de su padre antes de su muerte, y pobre del hijo que aparece sólo en el funeral y no se despide un poco cada día."

Fabrício Carpinejar - poeta, cronista y periodista brasileño contemporáneo; 
"Todo filho é pai da morte de seu pai" versión al español Zorelly Pedroza
... ...

Hay un momento de la vida en que los padres, al perder su autonomía -por limitaciones físicas o pérdida de facultades mentales- hacen que sus hijos deban convertirse en padres de sus padres. Ver a los padres envejecer no es fácil.

Hay que empezar a tomar decisiones por ellos y esto resulta muy difícil porque ellos no quieren perder su autonomía; el adulto mayor se vuelve muy dependiente en lo cotidiano y esto implica que la familia deba reacomodar los roles, generando modificaciones en la estructura familiar, es una  tarea ardua y agotadora.

Debemos escucharlos, abrazarlos, acariciarlos, ... dedicándoles el tiempo equivalente al que nos dedicaran en la infancia, el tiempo equivalente a nuestra adolescencia, un buen tiempo, un tiempo interminable, ... hacerles sentir que estamos ahí ... es lo que ellos necesitan, es lo que ellos desean.

"Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara."
Michel Eyquem de la Montaigne - filósofo, escritor y ensayista francés (1533-1592)