"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

martes, 18 de noviembre de 2014

Emigrar - decisión, desarraigo, oportunidad

"Deixo amigos por extraños  /deixo a veiga pol-o mar; /deixo, en fin, canto ben quero… /¡Quén puidera non deixar!...."
Rosalía de Castro -  poetisa y novelista española (1837-1885); de Cantares Gallegos (1863)

A través de la historia, la migración de los humanos ha sido un hecho común, constante, en ocasiones voluntario y en paz, en otras impuesto violentamente, realizado en solitario o pequeños grupos o como grandes movimientos de masas, un fenómeno en el que el desarraigo y la añoranza se mezclan con sentimientos de esperanza e incertidumbre con el porvenir y las oportunidades que este traiga.

Las partidas implican decisiones que vienen generadas por situaciones diversas, hambre, opresión, guerras, explotación, políticas, falta de trabajo, estudio,  y se concretan con la promesa de liberarse y obtener una vida mejor. aún a riesgo de un futuro incierto de lejanía, soledad y esfuerzo en el que muchas veces la diferencia cultural y religiosa, hará que la discriminación esté presente.

La emigración es un hecho social, las raíces, la lengua y las normas sociales son componentes que definen al ser humano, y que en la migración influyen para que las vivencias no siempre sean las mejores. Persiguiendo un futuro mejor y aún logrando los objetivos económicos y de calidad de vida, se pierden muchas otras cosas, cuyo valor no es cuantificable.

El desarraigo, el perder las raíces, es inevitable pero la identidad, al desarrollar vínculos e integrarse en el lugar de destino se mantendrá. Sin embargo dejar la tierra de uno, nunca es una decisión fácil. Implica perder los asideros más íntimos, empezando por los culturales: en muchos casos, perder un idioma, y con él perder, en definitiva, los puntos de referencia más vitales.

Pero es mucho más profundo que eso, quien no ha vivido el hecho de la emigración sólo va a tener una idea aproximada, como todo lo que provoca emociones, sentimientos es sin duda una experiencia conmovedora, intensa e intransferible, un proceso difícil de transitar para quienes se van y para quienes los ven irse pero se quedan, un recorrido personal que cada uno vivirá con espectativas e ilusiones, en el que habrá logros conquistados, pero tambien sueños que quedarán en el camino.

“Emigrar es siempre desmantelar el centro del mundo, y mudarnos a uno de sus fragmentos, a uno solo y desorientado."
John Berger - crítico de arte, pintor y escritor británico contemporáneo
 

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