"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

lunes, 26 de enero de 2015

Valentía o imprudencia - cuál es la diferencia ?

"Los más valientes son aquellos que tienen una visión más clara de lo que les espera, gloria y peligro por igual, y aún así avanzan y lo enfrentan.”
Tucidides - historiador y militar ateniense (460-395 aC)
 
Cuantas veces tenemos actitudes o las vemos en otras personas, que nos ponen a pensar si lo que hacemos es por valentía, arrojo, o temeridad e imprudencia?, cuántas veces hemos escuchado decir “quien no arriesga no gana”?, y allí es donde debemos encontrar una sutil e importante diferencia.

La conciencia vigila contantemente, observa, busca equilibrios, mantiene alerta la mente, averigua, escoge, decide, en ocasiones reflexiona, orienta y otras veces paraliza. Esa conciencia es el punto de partida de lo que hacemos en nuestra vida, -tomando a partir del conocimiento de lo que está bien o está mal-, hacer o aventurar.

Pero,… cuando la valentía deja de serlo para convertirse en inconciencia?, es una delgada línea la que separa ambas actitudes, y tal vez haya que apelar al sentido común para no sobrepasarla.

Vivir en el dia a dia implica tomar riesgos que consideramos necesarios, para crecer como personas, y que sabemos no siempre van a tener un buen resultado. Cambiar de empleo, emigrar a otro país sin mayores recursos, o hacer valer las ideas frente a quien opina diferente en algún tema, son sin duda riesgos tomados en forma voluntaria que podrán culminar en éxito o fracaso y así se afrontan.

Desde siempre el hombre ha temido por su seguridad y su vida, sin embargo, en algunas circunstancias hay quienes actúan con total indiferencia frente a los peligros. Caminar haciendo equilibrio sobre una cuerda ubicada a cien metros de altura, sin ningún tipo de contención ni resguardo o conducir un vehículo a alta velocidad en el tránsito de una ciudad, es exponerse y muchas veces exponer a otros a resultados adversos con total inconsciencia e ignorancia de las consecuencias que deriven de sus actos.

Arrojarse al agua en una tempestad para rescatar a alguien en situación de ahogarse es claramente un acto de valor, pero tirarse al agua en similar situación tan sólo por llamar la atención, es simplemente un rasgo de inconsciencia y temeridad. Hagamos uso del sentido común, que éste nos guíe de forma calmada en la valoración de las decisiones importantes que debamos tomar, evitando actuar por impulsos de manera imprudente que luego debamos lamentar.

No confundamos el atreverse y tomar riesgos valientemente con la decisión de actuar de forma temeraria sin motivo, prudencia ni consciencia.

"La imprudencia suele preceder a la calamidad."
Apiano - historiador romano de origen griego (95-165 dC)
 

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