"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

jueves, 22 de enero de 2015

Vals No.2 - Shostakóvich y la partitura perdida

"Hacer música o arquitectura es crear, engendrar ambientes que envuelven sonora o visualmente."
Iannis Xenakis - compositor y arquitecto de ascendencia griega nacido en Rumania, nacionalizado francés (1922-2001)

 
Uno de los compositores más importantes del siglo XX, el ruso Dmitri Dmítrievich Shostakóvich (1906-1975), alabado y denunciado en su país, de estilo romántico, con influencia de Serguéi Prokófiev y Gustav Mahler, posteriormente evolucionó hacia un estilo muy personal. Produjo todo tipo de composiciones clásicas: sinfonías, óperas, sonatas, cuartetos, suites, ballets, etc., así como las bandas sonoras de más de 30 películas.

Gracias al cine, y a la película "Eyes Wide Shut", obra póstuma de Stanley Kubrik, se ha hecho famosa una pieza, a la que Shostakóvich no dio mucha importancia en su momento, tanto es así que no se conoce la fecha exacta de su composición, seguramente posterior a 1956. Se trata de un vals de una obra identificada durante años como la "Suite para orquesta de jazz no.2", hasta que en 1999 el descubrimiento de una partitura para piano de esta última volvió a cuestionar la identidad de la obra que contiene y que ahora sabemos se trata del vals No.2, de la "Suite para orquesta de variedades".




Una hermosa melodía inserta en una época -cuando fue escrita-, y un difícil contexto político y social que es necesario conocer e interpretar, donde sentimientos y emociones se mezclan, tristeza, alegría, melancolía, pasión, felicidad, ira, odio, coraje, y todo lo que significa el ansia de libertad.

Una partitura que podría haber quedado perdida, felizmente rescatada del olvido. Tal vez sea una deformación cultural, pero tratar de conocer la autoría de una melodía que escuchamos y no poder saber quien la compuso, produce una sensación de inquietud, que ahora, felizmente ha desaparecido, por lo que sólo cabe disfrutarla.

El vals, música eterna atravesando los tiempos. Escucharlo es un conmovedor viaje en el tiempo y hacia nuestro interior, bebiendo tristezas y alegrías, sintiéndonos livianos como el viento, dejándonos llevar, evocando sueños infinitos.

Video: medici.tv . Filarmónica de Berlín ;
Riccardo Chailly-director de orquesta
Fuente: http://educacionmusical.es/2012/01/14/vals-para-orquesta-de-variedades/

"Hay algo en la música que obviamente está más allá del lenguaje mismo. Es comunicación en su forma más pura."
Matthew Bellamy - cantante, compositor, pianista, guitarrista británico contemporáneo


No hay comentarios.:

Publicar un comentario