"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

miércoles, 19 de agosto de 2015

Un canto a la mujer y al amor - Poema XX y Pablo Neruda

"La mujer es embellecida por el beso que ponéis sobre su boca."
Anatole France - Escritor francés (1844-1924)

 

Tal vez éste sea el más conocido de los libros del escritor chileno Nefatlí Ricardo Reyes Basoalto, o como lo conocemos por su seudónimo, Pablo Neruda, Nobel de Literatura en 1971, 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada', de 1924, donde el tema central y recurrente, que se repetirá en todos los poemas es sin duda el amor, ese trayecto del amor al desamor, amor que provocará sufrimiento, que podrá ser efímero, pero sin el cual la vida no valdría la pena de ser vivida.

A continuación les dejo el poema No.XX de la obra.


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.




Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
... ...


Un poema profundo, sonoro, melancólíco, con un primer verso que se repite, “Puedo escribir los versos…”, y el recuerdo -en el escenario de una noche estrellada-, donde lo que se destaca es la ausencia, así como la desesperación y, al mismo tiempo, la resignación a aceptar que la amada será de otro.

Versos sencillos, en los que el poeta se habla así mismo, un lenguaje exquisito, transparente, donde priman la emoción, el sentimiento, un canto a la mujer, romanticismo, sensibilidad y belleza unidos en la creación de un gran poeta.
     
"El más poderoso hechizo para ser amado es amar."
Baltasar Gracián - Escritor español  (1601-1658)


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