"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

martes, 1 de septiembre de 2015

Acompañar, contener, estar ... - aliento que fortalece el espíritu

"Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano."
Martin Luther King -  Religioso estadounidense (1929-1968)


En un instante la vida puede cambiar, para cualquiera de nosotros, sin importar edad, etnia, clase social, nivel cultural, y de ello no nos damos cuenta hasta que sucede. Si razonamos sabemos que la posibilidad existe, pero la descartamos pensando que las desgracias les suceden a otros y nos aferramos a la idea de que a nosotros si pensamos positivamente no nos va a pasar nada que podamos lamentar.

Hacemos planes para el futuro, dejando de mirar que sucede en nuestro entorno, sin embargo, accidentes, situaciones fortuitas, enfermedades, son situaciones que escapan a nuestro control, que pueden convertirse cuando menos lo esperamos en un presente doloroso, cambiando el proyectado futuro en un momento.

Cuando nos enfrentamos a hechos de ésta naturaleza, cuando las fuerzas y el coraje son insuficientes, tenemos la necesidad de sentirnos acompañados y sostenidos por el afecto de quienes nos rodean, familia y amigos. Ellos no pueden volver atrás la realidad, no nos devolverán el trabajo perdido, ni la salud de quien enfermó gravemente, o las circunstancias por las que atravesamos, frente a un accidente, en ocasiones irreversible.

Sin embargo saber que están allí, que podrán sostener nuestra mano, que tratarán de contener nuestra angustia o acompañar nuestro llanto, es todo lo que necesitamos para que la desolación, el dolor, la tristeza, se sientan -en alguna medida- mitigados. Nuestra razón sabe, que las personas idóneas para resolver cada situación, estarán en el lugar indicado para llegar al mejor término, pero nuestros sentimientos piden el apoyo y acompañamiento de los afectos, para transitar las emociones de las que, sólo somos conscientes en casos extremos.

Recordemos que hay momentos, en los que seremos inútiles para resolver un problema, y seguramente así nos sentiremos -totalmente inútiles frente a la contundente realidad-, pero acompañar dando una palabra de aliento, un abrazo, o sólo con nuestra presencia silenciosa, es todo lo que el otro necesita de nosotros, ...y tal vez en algún momento seamos nosotros quienes estemos en la circunstancia de necesitar que alguien nos abrace y nos contenga, brindándonos la fortaleza y el apoyo con que seguir adelante.

No son necesarios, estudios especiales, ni títulos universitarios, tu eliges tus actos, actitudes y decisiones, para dar apoyo a quien se siente vulnerable, en un momento difícil, sólo hay que ser sensible a lo que el otro siente, estar dispuesto a poner en funcionamiento el corazón y dejarse llevar por los sentimientos, hacerlo será nuestra mayor satisfacción, gratificará el alma y nos hará sentir mejores seres humanos.

Imagen: Mojca Cvirn

"Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a tu alma con ganchos de acero."
William Shakespeare - Escritor británico (1564-1616) 

 

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