"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

lunes, 12 de octubre de 2015

Alivianar la carga - ... para andar la vida

" El camino es el que nos enseña la mejor forma de llegar y nos enriquece mientras lo estamos cruzando."

Paulo Coelho – escritor brasileño contemporáneo

 

Vivir parece una tarea sencilla, que generalmente nosotros mismos nos encargamos de complicar, en nuestro tránsito por éste mundo, hay alegrías y tristezas, éxitos y fracasos, gozos y dolores, nadie escapa a las generales de la ley y todos en alguna medida tenemos nuestra dosis de cada cosa, encontrar el equilibrio entre unas y otras y seguir adelante disfrutando –en la medida de lo posible- del camino, es a lo que debemos aspirar.

Los momentos de alegría y felicidad al vivirlos con placer no los cuantificamos ni medimos, sin embargo las dificultades, por resultarnos una carga pesada, las sufrimos especialmente, y esas dificultades son las que tenemos que tratar de minimizar para que nuestra vida no se convierta en una sucesión de experiencias dolorosas que nos priven de disfrutar el viaje.

Generalmente las dificultades van llegando y a veces no reparamos en ellas, hasta que nos empiezan a incomodar o hemos acumulados más de una y no sabemos como deshacernos de ellas o que solución darles, terminando por acostumbrarnos a convivir con ellas, aunque eso signifique que cambie nuestro estado de ánimo sometiéndonos a un esfuerzo innecesario para cada cosa que debamos hacer.

En un punto tenemos que pararnos, evaluar la situación y decidirnos a encontrar solución a cada problema, desde nuestros preconceptos, prejuicios y creencias que nos limitan, reflexionando sobre las relaciones que nos acompañan y muchas veces nos perjudican, nuestras dependencias, necesidades algunas innecesarias, que nos atan inútilmente, hasta aquellos malos hábitos, que hacen que nos descuidemos a nosotros mismos, postergándonos en resignaciones inútiles.

Quitemos del camino lo que nos esté perjudicando, no dilatemos una decisión que sólo de nuestra voluntad depende, -aunque nos cueste tomarla- alivianemos la carga con la que viajamos, y disfrutemos del recorrido que es la única forma de vivir y hacerlo bien, enriqueciéndonos, andando con alegría, escuchando el corazón, con esperanza en el futuro.

“El modo en que nos trata el mundo es un reflejo del modo en que nos tratamos a nosotros mismos.”
Lair Ribeiro – médico, investigador, escritor y conferenciante brasileño contemporáneo
 

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