"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

sábado, 30 de julio de 2016

Nosotros en el espejo - saber si somos, saber como somos

“Ni siquiera un espejo te mostrará a ti mismo si no quieres ver.”
Roger Zelasny – escritor estadounidense (1937-1995)

Querernos a nosotros mismos, aceptarnos y valorarnos es la intención que debe animarnos, sin embargo conseguir ese propósito no siempre es sencillo, fácilmente nos enojamos y nos cuesta disculpar nuestras equivocaciones, nos pedimos cuentas por lo que no logramos, nos paramos frente al espejo -que es mucho más que el objeto que nos da la posibilidad de coquetear- y caemos en el error de compararnos con otras personas.

Mantenemos una peculiar y compleja relación entre nosotros, la imagen que de nosotros tenemos, y la que vemos cuando la realidad nos hace detenernos, la que el espejo nos devuelve, esa que variará de acuerdo a nuestro estado de ánimo, que nos hará felices o nos disgustará, de la que estaremos satisfechos o nos frustará, nos ocasionará preocupaciones o nos liberará de ellas, y sin duda condicionará nuestra autoestima.

Y no sólo nos miramos cuando nos arreglamos, la imagen además de mostrarnos ojos nariz y boca, también será nuestro interlocutor, con ella discutiremos, esa proyección que de nosotros vemos reflejada, nos interpelará cuando cansados del trabajo diario nos miramos y vemos sólo ojeras, reiremos frente al espejo nuestras alegrías y lloraremos las angustias mientras nos peinamos.

Frente al espejo nos daremos ánimo antes de la entrevista de trabajo, e intentaremos encontrar los motivos por los que fracasamos en la cita que nos desvelaba, el espejo será quien escuche confesiones que a nadie más que a nosotros mismos diríamos y en lo que su imagen nos diga confiaremos cuando necesitemos afirmarnos para enfrentar un desafío. Y no es algo que sólo las mujeres hagan creyéndolo relacionado únicamente a la pretendida vanidad femenina, como dictan las reglas establecidas por la sociedad, tambien los hombres se miran al espejo cuestionándose mientras se afeitan, o cuando quieren afirmar su imagen. 

El hábito de pararnos ante el espejo viendo lo físico, nos lleva sin darnos cuenta a asomarnos al interior, sorprendiéndonos con lo que no vemos, con lo que nos ocultamos, y permite bucear en las virtudes, defectos, prejuicios, miedos e inseguridades que tenemos o creemos tener haciendo catarsis, recomponiendo los trozos para saber si somos, como somos y con confianza seguir adelante con una visión positiva.

“No debemos olvidar que lo que el espejo nos ofrece no es otra cosa que la imagen más fiel y al mismo tiempo más extraña de nuestra propia realidad.”
Ana Maria Matute - escritora española (1925-2014)

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