"Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran -
poeta, pintor, novelista y ensayista libanés ( 1883 - 1931 )

miércoles, 29 de marzo de 2017

Que celebramos - rituales en la muerte y tambien en la vida

“Quien no vive de algún modo para los demás, tampoco vive para si mismo.”
Michel de Montaigne – filósofo y escritor francés (1533-1592)

La muerte llega sin aviso, salvo las excepciones de quienes sufren alguna enfermedad que va anunciando con anticipación el cercano final de una persona y aún en esos casos cuando el momento llega siempre es igualmente inesperado.

Nos acongojamos, lloramos, de alguna forma -con ciertas diferencias de un país a otro y según las tradiciones y costumbres de cada lugar-, realizamos determinadas ceremonias honrando la memoria de quien ha muerto, desde el velatorio común hasta algunas otras relacionadas con las creencias religiosas, y hacemos el duelo, ese período de tiempo en que los recuerdos se agolpan en la memoria trayendo al presente momentos que vivimos con esa persona que acabamos de perder.

En algunos lugares se mantiene la costumbre de visitar el cementerio donde están los restos de nuestros seres queridos, llevar flores y eso lo repetimos en varias fechas señaladas, durante años, a modo de ritual que demuestra nuestro cariño celebrando y agradeciéndoles por haber sido parte de nuestra vida.

Sin embargo, aunque parezca un contrasentido, muchas veces urgidos por los compromisos, faltos de tiempo y absorbidos por múltiples obligaciones nos olvidamos de celebrar de la misma forma a quienes aún nos rodean y enriquecen con su compañía nuestro vivir cotidiano. Se nos pasan por alto las fechas, no recordamos agradecer lo que nos dan y todos sabemos que nada hay más gratificantes que recibir el saludo de quien nos recuerda en el día de nuestro cumpleaños, o la felicitación oportuna luego de un acontecimiento especial, aún siendo mayores cuando eso no suceden la tristeza que provoca el olvido es inevitable.

Si celebramos a quien muere –y es bueno que así lo sea-, en una demostración de cariño y respeto que entendemos impostergable, con la misma razón celebremos agradezcamos, halaguemos la vida de los que viven nuestro mismo tiempo con una flor, un libro, un detalle, una atención a tiempo, una palabra, mientras estamos juntos aquí y podemos compartir, que éste tiempo es finito y no sabemos cuando –sin previo aviso- pueda terminar.

“Podemos decir que estamos realmente vivos, solamente en esos momentos en que nuestros corazones son conscientes de nuestros tesoros.”
Thornton Wilder – dramaturgo y novelista  estadounidense (1897-1975)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario